Como padre, comprendo que la idea de apuntar a tu hijo a un deporte que consiste en tocar a otro con un arma puede sonar peligroso. Sin embargo, podemos afirmar con total rotundidad que a día de hoy es uno de los deportes más seguros que se pueden practicar. En primer lugar, algunas cosas que que debemos conocer:

  • Las hojas no están afiladas y su flexibilidad absorbe gran parte del impacto
  • Las puntas de espada y florete son planas y contienen un pequeño muelle en su interior
  • El material de esgrima está especialmente diseñado para proteger al deportista. Los trajes de esgrima están creados por varias capas de material a prueba de pinchazos como el kevlar o el nylon balístico (utilizado también en chalecos antibalas) con una resistencia que va desde los 350N hasta los 800N. Las caretas construidas con una malla de acero tienen una protección de hasta 1600N e incorporan una barbada que dan una protección adicional al cuello.
  • Las hojas de esgrima están diseñadas para que en caso de rotura la sección de la hoja rota sea limpio sin aristas afiladas que pudieran producir un corte.
  • El material está diseñado para garantizar la seguridad en adultos, la fuerza que ejerce un niño es mucho menor.

En un estudio realizado en el que se evaluaron las lesiones deportivas ocurridas en los juegos olímpicos de 2008, se analizaron por cada una de las modalidades deportivas el volumen de lesiones, las zonas lesionadas y sus posibles causas. Un 10% de los deportistas tuvo algún tipo de lesión, bien en los entrenamientos o en la competición. La esgrima aparece en este estudio como uno de los deportes más seguros con un porcentaje de lesiones del 2,5%, muy por debajo de deportes mucho más populares.

 

 

 

También en 2008 Peter Harmer, Ph.D., Universidad de Willamette, Salem, Oregon, realiza un estudio estadístico con una muestra de casi 80.000 esgrimistas. La tasa de lesiones en el periodo de estudio para estudiantes de secundaria durante la práctica de la esgrima fue de 0,3 por cada 1.000 deportistas. El mismo estudio refleja que el porcentaje de lesiones en futbol y baloncesto fue 14 y 10 veces mayor respectivamente en estas mismas edades. Las diferencias se incrementan para atletas en etapa universitaria, siendo el porcentaje 50 veces mayor en futbol y 31 en baloncesto para deportistas con un nivel y edad comparable. Además, la gravedad y tiempo medio de recuperación de las lesiones producidas en la esgrima también es menor. La mayoría de las lesiones en este deporte se producen en las rodillas y los tobillos. Suelen ser el resultado de contusiones, torceduras de tobillo, esguinces o distensiones musculares. Todas ellas fácilmente tratables y en muchos casos prevenibles con un calentamiento e hidratación adecuados.

Respecto al riesgo de fallecimiento en la esgrima podríamos decir que es prácticamente nulo. Un artículo publicado al respecto por Reuters en el 2012 analiza el volumen de accidentes mortales en la práctica deportiva durante la etapa universitaria estadounidense. Se produjeron un total de 143 accidentes, de los cuales 63 fueron en la práctica del baloncesto y 20 en la práctica de futbol europeo. En contraste, en los últimos 100 años no hay reportado ningún accidente mortal en la práctica de la esgrima estadounidense en cualquiera de sus categorías y modalidades.

Resumiendo, estadísticamente la esgrima tiene un riesgo de lesión menor que la práctica de los bolos. Pero con todo ello no hay que olvidar que la esgrima es un arte marcial y que es posible que a veces te lleves un moratón a casa, además de la satisfacción de haber participado en un gran asalto.